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lunes, 26 de agosto de 2013

La Práctica Periodística y la Verdad

A continuación les dejo un ensayo que hice hace algunos ayeres.

"Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre."— Albert Einstein

El periodismo y la práctica de ésta profesión están rodeadas de una serie de alegorías, mitos e imágenes dentro del imaginario colectivo. Sabemos que los medios son importantes en la vida diaria, que para muchas personas son como grandes predicadores de lo que saben. McCombs (1997) lo expresa de forma clara cuando dice que las noticias influyen en muchas facetas de nuestra vida cotidiana. Nuestro modo de vestir para ir al trabajo, el camino que elegimos a veces para llegar a él, los planes del próximo fin de semana, nuestros sentimientos generales de bienestar o de inseguridad, el enfoque de nuestra atención hacia el mundo más allá de la experiencia inmediata y nuestras preocupaciones sobre os temas del día, están la influencia de las noticias cotidianas. Es decir, son los que dicen que es lo que está de moda, quién hace qué, cuándo y dónde: Marcan nuestra vida diaria, al mismo tiempo que narran la historia diaria.

La imagen de los periodistas, creada por los medios se ha arraigado de forma especial en el subconsciente colectivo, lo que hace que sea importante ver un poco más allá de la imagen que nos han vendido: los encargados de mostrar lo que pasa, la voz de los sin voz. ¿Qué tanto cumplen con ese estereotipo?, ¿hasta dónde pueden llegar? ¿Cómo es su trabajo? ¿Hasta donde llega su poder, será que en realidad hacen lo que dicen que hacen, y de ser así cómo lo logran?

Al comienzo del semestre la visión que tenía sobre la profesión del periodista-reportero era un tanto romántica, ya que pensaba que su actividad era dinámica llena de nuevas experiencias, que buscaban mostrar algo nuevo (obviamente la imagen que tenía coincide con la que se estereotipado por ellos mismos). Sin embargo, la imagen no era del todo convincente había detalles que hacían que fuera algo fantástica, después de todo, ¿qué mortal soportaría un suplicio de jornadas de trabajo de tantas horas y además estar fresco y presumir esa jornada?

Para entender las formas en que trabajan los periodistas, es indispensable entender, por principio de cuentas, a que se dedican, teniendo como principal respuesta: Comunicar. De ahí surge la duda ¿qué es comunicar? Para explicarlo se han realizado diversidad de modelos sobre la comunicación, desde los más elementales tales como emisor-mensaje-receptor, hecho por Aristóles hace 2300 años, que fueron evolucionando hasta llegar a los que sostienen que existe una causa-efecto (o la bala mágica) en las reacciones de la población, respecto a los mensajes que recibe de los medios. Los modelos fueron complejizándose, pasando por aquellos donde se incluye simbología, elementos lingüísticos, estados de ánimo, apreciaciones a causa de la formación escolar, etc.

Una vez que establecemos que su misión primordial es informar, la pregunta es: ¿informar qué? La respuesta no es sencilla, pero sabemos que la célula madre de la información de los medios es la noticia, que tiene el fin de mostrarnos lo que ha pasado, la realidad—siempre bajo la bandera de la objetividad-credibilidad—de lo que acontece a nuestro alrededor. A partir de esto entramos en un doble problema: ¿en qué consisten las noticias? Y el debate escabroso sobre lo que es la verdad.

En lo que respecta a la pregunta primera, la respuesta es de difícil redacción, ni los usuarios ni los profesionales que viven de ella, la pueden describir a ciencia cierta. La más común es que den algún ejemplo sobre lo que es una noticia. Que por o general es un suceso que afecta a muchos, o que es extraordinario. Pero en la construcción y elaboración de las noticias entran una serie de elementos que son como la máquina de un reloj, es decir, pequeñas piezas que engarzan unas con otras dando como resultado un trabajo armónico y casi automático.

A pesar de lo que digan los periodistas, son una especie de burócratas que se vuelven parte de una rutina, que aunque moldeada por los flujos informativos diarios—recordemos que diariamente suceden cosas que se pueden contar—y de los temas que ya se han marcado. La forma en que trabajan los cazadores de noticias, es interesante, sobre todo porque aquello que cazan no es del todo claro.

Para puntualizar, para definir lo que es una noticia y como es que valorizan respecta unas de otras, en ese proceso de toma de decisiones de la “burocracia mediática”, ya que la forma en que se cuenta un suceso depende de diversos factores, desde el momento y lugar en que sucede el hecho, así como el lugar físico en que se encuentra el reportero, las herramientas metodológico-analíticas y su propia ideología. Amén del proceso de selección y edición de la nota. Ya que no es lo mismo decir “asesinato” que “homicidio”, la forma llega a formar el fondo.

La cacería de las notas que se da en esa rutina, aprendida en el día a día de la labor periodística, mediante las formas que unos les aprenden a otros, que toma la forma de un proceso de control social en el que las desviaciones son castigadas y la adopción de las políticas de la organización recompensadas (Hernández-Ramírez, 1995), es decir, se da un proceso de adaptación a los procesos de la empresa en que se labora. Lo que nos lleva a la importancia de la empresa, cada institución mediática tiene diferentes formas de enfocar las noticias, ya sea por sus relaciones con otras organizaciones económicas, políticas, sociales y/o religiosas. Los intereses particulares se definen, ya sea por sus principios ideológicos o comerciales, la imagen que quiere dar de sí mismo—el medio—no coincide necesariamente con la que reconoce ante sí mismo. El periódico adopta la misma actitud que los políticos: practica un doble lenguaje, idealista cuando se comunica con su audiencia; realista y pragmático en sus centros de poder (Borrat, 1989). Además de verse inmersos en una red de intereses, por sus características de industria oligopolística, son pocos los que participan como competencia, y sus nexos con otras industrias “hermanas” de la cadena, como pueden ser armadoras, constructoras, y todas las que se nos vengan a la mente. Hace que la información se vuelva discrecional, parcial o tendenciosa.

Respecto a los periodistas, la lucha no es por la posición económica sino por la posición en el espacio impreso del diario, usando sus habilidades trata de llegar a ocupar un lugar privilegiado en las páginas. La lucha por el espacio, tan valioso, y del reconocimiento cuando el nombre aparece impreso, así como el lugar de importancia de la misma nota, llega a ser una serie de luchas cortesanas por obtener el lugar y el reconocimiento del editor. Tal como lo describe Sigal (1973), esta lucha se da entre compañeros y con el editor, para pasar a la siguiente fase la de los editores, en la cada uno pugna por colocar las notas de su equipo, destacando la importancia de lo que han recabado, pero supeditados a los espacios que han dejado después de la publicidad.

Pero los medios no solo se caracterizan por esa búsqueda de espacios, sino que uno de sus lemas más sonados y fuertes el de “mostrar la verdad”, que se vuelve un termino abstracto, puesto que la verdad, hasta en los debates académicos y filosóficos se pone en tela de juicio lo que es la verdad, más aún después de la relatividad. Se ha visto que cambia “la verdad” en gran medida, según quien diga que es lo que vio. Recuerdo una clase química de la preparatoria en la que la maestra nos dijo que hubo un congreso, en el que los especialistas no lograban ponerse de acuerdo respecto al giro de una partícula, ya que uno veía que giraba en el sentido de las manecillas del reloj, mientras su compañero que estaba en frente veía lo contrario, pero ambos veían la misma molécula, sin que en realidad apreciaran lo mismo; este ejemplo bien puede ser una ligera apreciación sobre lo que es la construcción de la verdad y la realidad. Pero los sucesos que nos informan no siempre son tan sencillos, sino que las repercusiones y las formas en que se da esa narración que nos describe la realidad es mucho más compleja.

Las formaciones y creencias que forman el bagaje de los reportero hace que su reconstrucción de los hechos sea diferente, es decir, en una marcha gay, alguno vera la lucha por la diversidad, mientras otro vera una serie de personajes exóticos, y otro más una forma de libertad de expresión; siendo las tres reales, pero ninguna será la verdad. Estando aquí un punto importante en el discurso de los medios informativos, nadie nos puede dar la verdad absoluta, nos podrán mostrar una realidad, pero no la verdad.

En la construcción de la realidad entran en juego múltiples factores, como ya mencioné más arriba las relaciones comerciales, ideológicas y políticas, así como al público al que estén dirigidas las noticias hace que las noticias se escriban de forma diferente, se juntan las piezas y se arma lo más parecido a la realidad, pero a la realidad que el consumidor quiere ver, ya que los diarios no solo tiene a sus reporteros ahí por que sean acordes a las líneas del diario, sino que sus lectores también lo son. Veamos lo que dicen los diarios sobre un mismo hecho, la visita de Andrés Manuel López Obrador al estado, al día siguiente de la manifestación decían los titulares: López Obrador quiere negociar; pone condiciones[1] (hablan de una asistencia de más de diez mil personas); Llena ‘a medias’[2] (hablan de seis mil quinientos asistentes); La democracia no tiene precio[3] (hablan de una asistencia de 20 mil personas). Este es un ejemplo de cómo un hecho específico se ve y narra de diferente manera. ¿A cuál creer?, eso le corresponde a cada quién sopesarlo según sea lo que encuentre en el interior del medio y de sus necesidades de información.

En cuanto lo qué es la verdad, nos encontramos con la definición de Ramonet (2004) sobre lo que es la verdad como aquello que todos los medios dicen que es verdad, aunque sea falso; y es falso aquello que todos los medios dicen que es falso, aunque sea verdad. La cuestión es ¿cómo es que los medios lograron tener el poder de decir que es lo que es la verdad?, existen diversas teorías que ponen de manifiesto el asenso en la escala de poder de los medios. Éstos adquieren mayor poder conforme la sociedad va envolviendo en las nuevas tecnologías, que siempre están a la vanguardia en los medios de comunicación. Por ejemplo, la dependencia de los teléfonos celulares multimedia que no solo trasmiten voz, sino, texto e imágenes.

Por su parte Castells (1999) sostiene que la integración potencial de texto, imágenes y sonido en el mismo sistema, interactuando desde puntos múltiples, en un tiempo elegido a lo largo de una red global, con un acceso abierto y asequible, cambia de forma fundamental el carácter de la comunicación y analiza de manera sintética la evolución de los medios de comunicación, pasando por la prensa, después por la radio, hasta llegar a la televisión, que ha marcado a la sociedad al grado de que la gente cambio sus formas de socialización y de comunicación a partir de la gran presencia de la imagen en la vida de la población. Ramonet (2004) menciona que en la caída del muro de Berlín, los presentadotes de televisión decían: “están viendo la historia en marcha”, lo cual es muy peligroso, ya que a partir de ese momento se ponía de manifiesto que si no hay imagen no hay historia, por tanto no es verdad.

Sartori (2004) menciona que ahora somos dependientes de los medios, ya que nos levantamos, vivimos y dormimos junto a los medios, cerca de los medios y en torno a ellos. La imagen es pura y simple representación visual. Se ve y eso es suficiente. Hasta hoy día, el mundo, los acontecimientos del mundo, se nos relataban; actualmente se nos muestran, y el relato está en función de la imagen. Que desemboca en que el hombre depende de las imágenes para entender su entorno, para conocer la realidad, la verdad. En la que solo existe la verdad en imagen, por poner un ejemplo, en el accidente de los actores del show “solo para mujeres”, que fueron embestidos por un vehículo, la imagen impacta, pero no quiere decir que la verdad fuera que el conductor los quisiera arrollar, es decir, a que velocidad circulaba el conductor, y que diferencia de velocidad llevaba respecto a los motociclistas, que tanto recorre el automóvil para llegar a cero desde que frena a la velocidad que circulaba. En la imagen eso no importa, lo que importa es que fueron arrollados y que cuentan con el apoyo de la televisora. Los medios han adquirido una gran presencia y fuerza en la sociedad. Castells (1999) lo resume diciendo que “los medios de comunicación, y sobre todo los audiovisuales son sin duda el material básico de los procesos de comunicación… La televisión formula el lenguaje de la comunicación social… Los medios de comunicación son la expresión de nuestra cultura, y nuestra cultura penetra primordialmente mediante los materiales proporcionados por los medios de comunicación.”

Los medios audiovisuales, se han visto ahora en un problema fundamental para llevar a buen término la construcción de la realidad, me refiero a la aparición y uso de la red global, la Internet. La comunicación se volvió inmediata, las fronteras se han borrado. Y ahora nos enteramos de diversos enfoques al mismo tiempo en diversas partes del mundo. Se han diversificado las formas de informase, uno puede consultar a la vez el Granma y el New York Times. La realidad y la verdad se ven trastocadas por este nuevo sistema. Si los medios ya seguían el sistema de todos informar lo mismo, ahora lo hacen de manera más veloz. Lo delicado es que la información que ahora nos presentan es pobre, los tiempos al aire son cortos y costosos, nos regalan la información, y citando a Ramonet (2004): “nos dan información gratis, pero mala”. Además de que los periodistas se toman como las voces de la verdad; una verdad que debemos ver con recelo, ya que ésta no existe, lo que vemos es una parte de ella. Los medios no podrán mostrar jamás la verdad absoluta, ni nosotros digerirla.

Las nuevas tecnologías nos ayudan tener una mayor visión de lo que está pasando, pero siempre nos encontramos con que los medios se revisten del manto de la verdad mediante la repetición de la información de unos con otros, y como ya mencioné antes por la imagen. Pero no siempre la imagen es real, puede llegar a confundir, ya que sólo es algo más de la realidad no la verdad.

Un factor más a mencionar es el que los medios de comunicación, ahora cumplen otra función: entretener. Por lo que la información es ligera, la gente busca en general divertirse, su interacción frente al televisor es alta ya que el adulto medio estadounidense utiliza 6.43 horas al día en atender a los medios de comunicación, que se contrastan con 14 minutos diarios en interacción familiar (Castells, 1999).

En conclusión, los medios no tienen la voz de la verdad, ya que lo que nos presentan es información que ha pasado por varias manos, desde el reportero, el editor, la censura, la mucha o poca capacidad de espacio, además de los intereses del medio en cuestión. La información debe ir acompañada de la imagen para que sea contundente—ver para creer—además de la velocidad con que ahora circula la información y la gran cantidad de la misma logra ahogar a la población, que busca una fuga, una distracción. Los medios la ofrecen y la población la utiliza de forma constante. Por tanto, la información esta diseñada para entretener, para describir lo que les parece mejor de una realidad.

Referencias

Borrat, H. (1989). El perdiódico, actor político: Gustavo Gili Editorial S.A.

Castells, M. (1999). La cultura de la virtualidad real: la integración de la comunicación electrónica, el fin de la audiencia de masas y el desarrollo de las redes interactivas La Era de la Información: economía, sociedad y cultura. Volumen III: Fin de milenio (Vol. 3). Madrid: Alianza Editorial.

Hernández-Ramírez, M. E. (1995). La Producción Noticiosa. México: CUCSH Universidad de Guadalajara.

McCombs, M. (1997). Influencia de la noticias sobre nuestras imágenes del mundo. In B. y. Zillman (Ed.), Los efectos de los medios de comunicación. España: Paidós.

Ramonet, I. (2004, 29 de marzo de 2004). Comunicación e información en la era de la globalización neoliberal. Paper presented at the Cátedra Latinoaméricana Julio Cortazar, Guadalajara Jalisco.

Sartori, G. (2004). Homo videns: La sociedad teledirigida. México: Taurus.

Sigal, L. (1973). Reporteros y Funcionarios. La organización y normas de la elaboración de noticias. México: Gernika.


[1] Periódico Público-Milenio, Viernes 22 de Abril de 2005

[2] Periódico Mural. Viernes 22 de abril de 2005

[3] Gaceta Universitaria. Lunes 25 de abril de 2005