Los seres vivos somos seres de Carbono, recordemos el famoso CHONPS (Carbono, Hidrogeno, Oxigeno, Nitrógeno, Fosforo y Azufre) que tantas risas bobas daba en la secundaria en las clases de bilogía y de química cuando se hablaba de la composición de los seres vivos.
En esa misma tónica recordemos que nos decían que el cuerpo humano estaba compuesto en, aproximadamente, un 60-65% de agua (H20). Que el planeta en un 70% era agua (contado océanos, mares, ríos y lagunas). Luego entonces podemos pensar que la mayor parte de nuestro CHON es Hidrogeno y Oxigeno.
El ser humano necesita el agua para vivir, pero tenemos un pequeño problema, que el agua que podemos beber corresponde a un porcentaje muy pequeño del agua del planeta, y además estamos en un afanoso esfuerzo en ensuciar las aguas dulces que son nuestra fuente del vital líquido.
He visto a personas que lavan la calle con el chorro del agua, que dejan correr el agua por horas y días enteros sin consideración alguna. Estás personas, o demasiado optimistas o desvergonzadas, no se han percatado de la importancia que tiene el agua para toda la humanidad, no sólo para nosotros.
Los que tenemos la fortuna de tener agua con facilidad y todos los días, quizás, no le damos el valor que merece. Pero las personas que se ven en la penosa necesidad de acarrear agua a varios kilómetros de distancia, la atesoran y cuidan.
El objetivo del Día Mundial del Agua 2011 es centrar la atención internacional sobre el impacto del rápido crecimiento de la población urbana, la industrialización y la incertidumbre causada por el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales sobre los sistemas urbanos de abastecimiento de agua. El tema de este año,Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano, tiene por objeto poner de relieve y alentar a los gobiernos, las organizaciones, comunidades y personas a participar activamente para responder al desafío de la gestión del agua urbana.
Todos podemos ayudar cuidando y ahorrando el agua que esta en nuestra casa, reutilizar el agua jabonosa para el baño, barrer la calle no “lavarla”, lavar la ropa en cargas grandes (o en su defecto la más que se pueda), cerrar la llave mientras nos lavamos las manos y/o los dientes, etcétera.
Si se nos llega a olvidar sólo recordemos lo que sentimos cuando tenemos mucha sed y no podemos beber agua ( por el motivo que sea), no permitamos que futuras generaciones tengan esa sensación como una sensación diaria y corriente.
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