La verdad es que a todos nos ha pasado de alguna vez. Comenzamos a hacer algo que consideramos importante, pero mil y un cosas surgen para postergar lo que queremos hacer.
Pero, no se trata sólo de postergar las cosas, si no que, además estamos conscientes de que hay algo importante, urgente o necesario que tenemos que hacer y no lo hacemos porque no estamos inspirados, o quizás algo mas nos llama la atención o se ha cruzado algo que queríamos hacer antes.
Al final terminamos haciendo de todo menos aquello a lo que supuestamente le dedicaríamos nuestra atención y esfuerzo.
Enfocarse, concentrarse, inspirarse y dedicarse es fácil en ocasiones, pero cuando no es así acabamos con una sensación de desazón y molestia por la falta de determinación que mostramos.
No se ustedes, pero yo voy a procrastinar un rato.
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