Algunas personas dicen que las prostitutas son las mujeres de la vida fácil, en el supuesto que ellas viven de vender favores sexuales y de vivir de una las actividades más placenteras que realizamos los humanos. El sexo no sólo es placentero, sino que además es divertido, estimula el sistema inmune, mejora la autoestima y el humor. Sin embargo, imagínense que se acuestan con una persona con la que nada tienen en común, con la que no les une ningún tipo de lazo afectivo, o que no es de su gusto: todo lo anterior queda entredicho.
Solemos escuchar, especialmente a los adolescentes—y muchos románticos—sobre quiero “hacerte el amor”. En que radica la diferencia entre coger y hacer el amor. ¿Fornicar y hacer el amor no son lo mismo?´¿acaso no se trata de un acto de cercanía física en la que los cuerpos intercambian fluidos a través de los órganos genitales? ¿En dónde está la diferencia? Quizás físicamente no exista una diferencia significativa, aunque emocional y psicológicamente si la hay. Volvamos al caso de la prostituta: ella trabaja ofreciendo servicios sexuales, realiza actos sexuales con sus clientes: pero independientemente de que le agrade o no el acto, no existe un vínculo emocional-afectivo hacia su compañero sexual.
Es por eso que es tan significativo que se le llame hacer el amor: el acto implica una conexión afectiva profunda. Pensemos en una pareja de enamorados, pasan tiempo juntos, comparten actividades, pasatiempos, gustos, se conocen se gustan, además de que tienen tiempos en los que cachondean, se excitan mutuamente sin fornicar; en dos palabras: se aman. Cuando pasan al acto sexual en sí, no sólo se trata de las emociones y respuestas orgánicas, aquí intervienen sentimientos de entrega y aceptación, de cariño de placer físico aderezado del placer de saberse querido, estar en comunión con una persona a la que se considera especial. En esos casos el acto sexual reafirma lazos y crea vínculos aún más estrechos. Si consideramos los lazos afectivos profundos en una pareja estable, ayuda a que la pareja se mantenga unida más tiempo, además, en el caso de reproducción que se sienta al hijo como producto del amor.
Entonces; el acto sexual en sí es físicamente similar, pero el estado de ánimo y los sentimientos. Mantener relaciones esporádicas con personas poco conocidas, amigos, compañeros, por gusto o por placer no es malo ni deja de ser placentero y divertido, lo que cambian son lazos psicoafectivos. Tampoco quiere decir que el sexo sea el único factor responsable de que las parejas se mantengan unidas y felices. El sexo es un acto que siempre nos recordara a la vida, ya que gracias a él estamos en este mundo y realizarlo es un tributo y agradecimiento por estar aquí.
Cada quien decide que tipo de acto realiza: fornica o hace el amor.
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